Una historia sobre la elaboración de cosmética individualizada y curiosidades sobre sus nombres.
¿Te habías preguntado alguna vez por qué el primer perfume de Channel se le llamó “Channel nº 5”?
Coco Channel le encargó a Ernest Beaux un perfume con olor a mujer. Este elaboró 5 muestras y a Coco le gustó y eligió la número 5.
Tan simple como eso.
Esto me viene a la cabeza porque un cliente, que llamaré Maroto, me pidió una crema rubefaciente para el calentamiento previo a una actividad deportiva. Indicada para corredores, futbolistas, deportistas en general antes de entrenar, a base de productos naturales (romero, alcanfor, cayena, salvia, pino…).
Lo primero fue elegir los componentes necesarios y calcular la dosis necesaria efectiva y lo siguiente es elegir la forma farmacéutica adecuada, en este caso solicitada por el paciente y ya en base a esto buscar los componentes necesarios y sobre todo investigar sus posibles interacciones e incompatibilidades para en ese caso cambiar alguno de los componentes si fuese necesario.
Hice 4 pruebas y ninguna satisfactoria.
La prueba número 5 que tenía preparada no se hizo y se pasó directamente a la número seis.
Viendo que no adquiría la consistencia adecuada añadí un producto que me gustó más… y voilà!
De los errores siempre se aprende.
Después de 6 intentos, la prueba definitiva correspondía al nº 6, así que la llamaremos con el nombre del cliente, Maroto y el número de muestra, la Nº 6.
Lo he buscado, pero no. Jack Daniels nº 7 no fue la séptima prueba que hizo Jack Daniels probando whisky.
¿Os imagináis Maroto nº 6 como nombre real de un cosmético? ¿Se lo dejamos o será el nombre familiar?